< Francamente querido, me importa un bledo.




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Un beso delincuente llega a tu mejilla,
perseguido por las ganas, por las ganas de mi boca.
Fíjate bien hay intrépidos cerca, ardo en tu voz y
a tu alrededor todo arde.
Corazón de naranja, cada día más sabroso.
Recuerdo aquel beso en el medio del camino,
ese día quedó adentro,
bien adentro de mi boca.