< Francamente querido, me importa un bledo.




.


Tú, el perro de siempre, los mismos trucos ya, ya me los se… Así que corre, corre, corre corazón, de los dos tú siempre fuiste el más veloz. Toma todo lo que quieras pero vete ya que mis lágrimas jamás te voy a dar. Han sido tantas despedidas que en verdad dedicarte un verso mas está de más.
¡Así que corre como siempre que no iré detrás!